Definición
Pocos términos, en el ámbito de las ciencias sociales, gozan de tan poca precisión como es “El populismo”. La Real academia española lo define como “Tendencia política que pretende atraerse a las clases populares”, como podemos ver es un término bastante ambiguo. Existen tantas definiciones como enfoques o disciplinas hay dentro de las Ciencias Sociales.
A menudo el termino es utilizado de manera despectiva “algo a medio camino entre la demagogia y la intolerancia” (Campi, 2000)
Contenido
2. Origen
3. Etapas del populismo
4. Tipos de populismo
5. Teorías del populismo
6. Características del populismo
7. Términos Relacionados
8. Bibliografía
1. Origen
Podemos situar el origen del término a finales del siglo XIX que se empleó por primera vez para hacer alusión a dos situaciones, estas dos situaciones tenían en común que se habían creado debido a los efectos negativos que el capitalismo estaba teniendo en un determinado sector de la sociedad, pero esto era lo único que estas dos situaciones compartían, tuvieron lugar en puntos geográficos diferentes y sus características y la evolución que siguieron eran totalmente opuestas.
Una de estas situaciones se debía a un movimiento intelectual, en la Rusia de los Zares, llamado “narodnichestvo”, estos creían que podían llegar a la meta socialista sin pasar por las etapas del capitalismo, reclamando políticas populares que mejorarían las precarias condiciones de vida.
La otra situación tuvo lugar en Estados Unidos, un movimiento de campesinos conocido como “People´s Party” nacido como alternativa a los grandes partidos políticos republicanos y demócratas.
2. Épocas del populismo
El populismo clásico
Entre 1930 y 1950 nació el populismo clásico. Posterior a la crisis del 29 surgieron movimientos políticos que luchaban por una mayor transparencia en las instituciones, pidiendo la movilización de los sectores urbanos. Estos movimientos prometían una reforma social y la democracia electoral. Debido a estos movimientos tuvo lugar un gran cambio tanto en la economía como en la sociedad de América Latina.
En Brasil Gentulio Vargas y en Argentina Juan Domingo Perón fueron representantes de estos movimientos.
Michel L. Conniff definió el populismo clásico como: […] movimiento político encabezado por un líder carismático, con seguidores de todas las clases sociales, y cuya actuación produjo una gran expansión electoral. Sus programas prometían reformas, y sus líderes apelaron a la cultura del pueblo como fuente de legitimidad. Todos son factores en la lucha 7 para elecciones y conseguir el poder. Conniff (2003: 32)
Posteriormente el propio Conniff reconoció que esta definición no era completa ya que no incluyó las factores socio-culturales, la ideología, los movimientos partidistas, la situación de la nación en un momento dado, los programas de los líderes.
El populismo tardío
Los líderes del populismo tardío querían tener el mismo éxito que los líderes del populismo clásico utilizando discursos y políticas similares, pero esta etapa se encontraba ante un contexto social y económico totalmente diferente. Los altos cargos militares y la oligarquía vieron donde se encontraban las debilidades de los líderes populistas y aprovecharon la oportunidad para quitarlos del poder. Esto dio comienzo a la década perdida de América Latina, ya que las fuerzas armadas llegaron al poder e muchos países y esto dio lugar a fuertes dictaduras militares durante toda la década de los 80. Un buen ejemplo del populismo tardío es el último gobierno de Velasco Ibarra en Ecuador o el de Perón en Argentina.
El populismo contemporáneo
Las políticas neoliberales en América Latina dieron lugar a una sociedad más pobre y con mayor desigualdad. La ciudadanía había visto como estas políticas no favorecían a la mayoría de la población y solo se veían beneficiados unos pocos. Esto dio lugar a violencia en la sociedad.
Debido a esta situación los líderes populistas resurgieron, estos líderes cargaban sus críticas contra la oligarquía y la clase política. Estos crearon discursos a favor de las clases medias y populares, de la distribución de la riqueza.
Estos líderes tenían relación directa con el pueblo y dejaron de lado los partidos. Fomentaban la relación entre líder y seguidores.
3. Tipos de populismo
Populismo en sentido negativo
En este sentido es utilizado de manera peyorativa, se usan “medidas de gobierno populares” para ganar el apoyo de la población, aunque tengan que tomar medidas contrarias al estado democrático. El objetivo principal es mantener el poder y la hegemonía política a través de la popularidad entre las masas.
Los discursos llevado acabo son del agrado de la población en general, por lo que no se habla de ninguna ideología en concentro, lo que todos tienen en común es el carisma con el que son dados. A diferencia de la demagogia, en el populismo no solo son discursos sino también acciones.
El populismo en sentido negativo se puede entender como una táctica de uso limitado o como una forma de hacer política y permanecer en el poder.
Populismo en sentido positivo
Este pretende que el poder recaiga sobre el pueblo, por lo tanto que este recaiga sobre los agricultores, obreros, bajo clero, clases profesionales etc., y no en las clases dominantes.
Los movimientos populistas se rigen por ideas políticas de cultura autóctona, esto no quiere decir que reivindique el nacionalismo y se oponen al imperialismo.
Es decir el populismo pretende que el poder recaiga sobre el pueblo llano, por lo tanto promueve una proto-demcratización y anti-elitismo y esto favorerá a las clases medias y bajas.
Ejemplos del populismo en sentido positivo puede ser el populismo ruso y el populismo norteamericano del siglo XIX, el cantonalismo español, los carbonarios italianos y el agrarismo mexicano.
4. Teorías del populismo
La primera fase del concepto populismo se caracteriza por la autodescripción, donde a finales del siglo XIX, ciertos movimientos políticos se definieron a sí mismos como populistas y posteriormente esta definición fue recogida por algunos intelectuales. Lo que tienen en común los diversos movimientos de este tipo fue su enfrentamiento con los amplios procesos de modernización, de manera que en innumerables ocasiones fueron definidos como reaccionarios.
A finales del siglo XIX, comenzaron los movimientos populistas norteamericanos como reacción frente a la industrialización que beneficiaba a los grandes monopolios, trataban de criticar como estaba repartido el poder es el Estado Federal, pero también era un reproche en términos generales al sistema capitalista.
El gran momento de estos movimientos populistas fue en 1891 y vino de la mano de la formación del People´s Party, un partido que representaba a las minorías y concretamente a las pequeñas comunidades agrarias las cuales demandaban un autogobierno frente a un poder tan centralizado que cada vez estaba más burocratizado y acaparaba más atribuciones.
Si sintetizamos el concepto populismo se podría definir esta esta primera fase como unos determinador movimientos de ámbito social, los cuales se basaron en ideas agrarias mediante una participación real del pueblo, donde demandaban de forma directa formas de autodeterminación a los gobernantes.
Estamos ante un momento histórico, donde se muestra la reacción ante organismos de ámbito central que son incapaces de ir evolucionando con un correcto proceso de democratización. Es una etapa donde las demandas de ciertos grupos para el reconocimiento y la autonomía no se adecua al poder de mando, el cual está muy burocratizado y además despersonalizado.
El populismo como etapa de la modernización latinoamericana
Con el año 1929 comienza la segunda etapa, ésta vino de la mano de la gran crisis económica. Esta situación afecto tanto al centro como a la periferia, donde América Latina fue altamente perjudicada con problemas de exportación y se empezó a infundir en la población un nuevo modelo de desarrollo.
Empezaron a surgir a raíz de la situación nuevos regímenes denominados como Populistas.
Ejemplos como el del Gobierno de Juan Domingo Perón en Argentina se tomó como propio Latinoamérica y concretamente de la teoría de populismo.
Es una fase donde se produce una creciente participación de la sociedad en el sistema político y se empieza a fraguar la formación de un ‘Estado de compromiso’ entre diversas clases sociales, la implementación de una política estatal de substitución de importaciones, la movilización del pueblo en nombre de la nación así como también la irrupción de liderazgos de corte carismático y personalista (Baino 1997: 131-143, Cardoso y Faletto 1969: 102-129). Hay que decir que este estadio de desarrollo se cristaliza de diferentes maneras a lo largo del continente latinoamericano.
Diversos autores entre ellos G. Germani, define el populismo como un fenómeno propio en Latinoamérica entre la primera y la segunda guerra mundial. Para este autor el populismo es la transición que afecta a la sociedad tradicional al pasar a la moderna donde la transformación vino gracias al movimiento multiclasista que genero una movilización de masas que luchaba por la redistribución.
Eran en definitiva, unos grupos dentro de la sociedad que en nombre del pueblo se movilizaron por la cuestión social.
Estamos ante una fase donde se pasa por tanto de una economía agraria a la industrial, donde ciertos líderes carismáticos ocupan el Estado para establecer el orden y satisfacer las necesidades del pueblo.
Es un hecho característico Latinoamericano, en el sentido de que estos no se vieron afectados ni por el fascismo ni el socialismo, tampoco por tener un desarrollo que diera pie a un Estado del Bienestar como el que podemos tener en Europa.
Se ha visto con el tiempo que no necesariamente fue una etapa donde se consiguieron derechos civiles y políticos, aunque sí que simbolizó poner la pobreza en la agenda política, así como los derechos sociales. Igualmente detrás de toda esta simbología se estaba bajo regímenes semi-autoritarios con promesas demagógicas.
El populismo como una lógica de acción política
Esta tercera fase viene de la mano de la llamada tercera ola de democratización, se empieza a ver el populismo mediante sus líderes proyecta en nombre del pueblo y criticando a las élites establecidas van intentando conducir a la sociedad a un terreno político específico.
En esta etapa se forman nuevos gobiernos que sustituyen a unos anteriores elegidos democráticamente pero con un pasado autoritario.
Con la Tercera ola de la democratización trajo consigo un giro radical de la que cotidianamente se entendía, pues se entendió que el populismo podía surgir tanto en gobierno de izquierdas como de derechas y que podía surgir tanto en América Latina como en Europa, dos ejemplos paradigmáticos de este desenvolvimiento representan los casos de Alberto Fujimori en Perú y de Vladimir Meciar en Eslovaquia. Distintos autores comienzan a cambiar los presupuestos del populismo a raíz de ello.
Principalmente en los años noventa y a principios de siglo XXI, el populismo empieza a ser considerado como una lógica de acción política aplicable a diversos modelos ideológicos y que se caracterizaría por tres rasgos fundamentales. Primero: un estilo político basado en un estrecho vínculo entre los líderes políticos y sus seguidores (Knight 1998: 226; Canovan 1999: 5). Segundo: una temporalidad donde se proclama la utopía de las soluciones instantáneas a los problemas de larga data (Hermet 2003: 12). Y tercero: el desarrollo de una estrategia de obtención y ejercicio del poder a través de la cual un líder carismático gobierna sin contra-balance de las instituciones propias del Estado de Derecho. (Weyland 2001: 13) .
En Síntesis en esta fase el populismo tiende a formar de manera heterogénea coaliciones mediante un liderazgo siempre carismático, pero también paternalista, donde para mantener a su electorado recurre a métodos clientelares y al mismo tiempo presenta rasgos autoritarios que tiene poco control institucional, donde el líder del movimiento adquiere un grado de poder personal que poco puede ir aparejado a los ideales democráticos.
El concepto del populismo en esta fase estás más que nunca en entredicho como instrumento de dominación donde a pesar de contar con buena salud cada vez es más incompatible con la lógica de la democracia.
5. Características del populismo
El populismo clásico en Latinoamérica surge en 1940, en respuesta a las demandas tanto económico-políticas como sociales, sus características son el reflejo del cambio en una sociedad que paso del campo a la ciudad.
Pueblo
La naturaleza del régimen recae sobre una base social amplia, nos encontramos ante un movimiento heterogéneo que recibe el apoyo por parte de inmigrantes que buscaron empleo en las ciudades, de la clase media y la alta burguesía.
Los seguidores de la tesis marxistas describen el régimen populista como una alianza entre clases en vez de la lucha entre ellas, ya que consideran que las clases medias son incapaces de liderar una revolución burguesa y que a su vez los trabajadores son incapaces de crear organizaciones para defender sus intereses ya que no existe una cultura de clases.
La movilización de masas es un característica central del régimen populista, pero esta movilización está dirigida por el líder por lo tanto esta participación no es independiente ni voluntario sino que está organizada jerárquicamente.
Discurso
El populismo destaca en primer lugar por su discurso el cual es demagógico, tanto en su victimización al pueblo como a la hora de encontrar culpables de la situación establecida. Donde hay un enemigo interior que son en definitiva todos los grupos contrarios a su ideología (partidos, capitalistas, oligarquía) y otro enemigo exterior que sería un ejemplo las multinacionales.
El discurso de estos regímenes da una exaltación de los valores ya sea postulando una identidad social como nacional, aunque también comunitaria en cuanto su origen para salir del resentimiento.
En definitiva, la oratoria del populismo es antagónico, con el pueblo o contra el pueblo, este último siempre es considerado un enemigo externo al mismo.
Líder
La mayor parte de estos regímenes cuentan con un líder carismático, con seguidores de todas las clases sociales. Sus programas prometen reformas, apelara a la cultura del pueblo como fuente de legitimidad. Se le atribuyen características excepcionales.
Estos líderes mediante el sindicalismo y corporativismo se involucran en las masas consiguiendo una relación directa con su electorado.
Élites
Las élites están ubicadas en los niveles medios o altos de la estratificación y tienen deseos de motivaciones anti-status quo.
++Relación con la Democracia
En el populismo lo normal es ceder a un representante la mayoría de facultades políticas. En cuanto al voto se utiliza como medio de legitimación, pero realmente no se utiliza como en los regímenes democráticos.
6. Términos relacionados
• América Latina
• Poder
• Autoritarismo
• Democracia
• Dictadura
9. Bibliografía
Sánchez de Dios, M (2012) “Política Comparada”, Madrid: Síntesis.
Olmo Lorenzo, L A (2015) “Características del discurso populista, el caso de Lula da Silva”, Asociación Latinoamericana de Investigadores en Campaña Electoral, Alice.
Enkvist, Inger (2008). “Íconos latinoamericanos. 9 mitos del populismo del siglo XX”Ciudadela. ISBN 978-84-96836-45-7.
Bueno, Gustavo (2006): «Notas sobre el concepto de populismo»
«Populismo (y neopopulismo)», artículo de la Biblioteca Virtual Luis Ángel Arango, en el sitio web Banrepcultural.[30/O3/2016]
Autoras:
Paola Coll Zurita
Sara Medina Cabrera