Caudillismo

El caudillismo se trata de un fenómeno político y social que tiene origen tras las guerras de independencia hispanoamericanas a principios del siglo XIX. Para entender el concepto es necesario conocer previamente el significado de “caudillo”.

“Tanto en términos académicos como populares el término evoca al hombre fuerte de la política, el más eminente de todos, situado por encima de las instituciones de la democracia formal cuando ellas son apenas embrionarias, raquíticas o en plena decadencia” (Castro, 2007: 9).

A partir de este concepto entendemos el caudillismo como la llegada al poder y el acceso al gobierno de un líder, como intermediarios entre el pueblo y el gobierno, sin acceder directamente a un cargo público. La forma en la que estos accedían a él, era de manera informal, a través del apoyo de las masas populares que les proporcionaban legitimidad y depositaban su confianza y representación en ellos. Eran elegidos por el prestigio adquirido de sus carreras militares. La función de los caudillos era la de transmitir las ideas del pueblo a la representación política, debido a que en función del contexto en el que nos situamos nos encontramos ante una situación en la que los gobiernos e instituciones carecían de una estabilidad, por lo que el pueblo mostraba su desacuerdo ante sus líderes formales, y confiaba más en líderes individuales, como los caudillos.

El caudillismo se trata, por tanto, de un régimen personalista ya que es un fenómeno que consiste en la adhesión a las ideas y a la voluntad particular de una persona, y además es un régimen cuasimilitar debido a que se acerca al concepto de militarismo, es decir, encontramos en este fenómeno el predominio de la influencia de lo militar.

Contenido:

1. Causas de caudillismo.
2. Características principales.
2.1. Decadencia de las autoridades coloniales.
2.2. Carisma y legitimidad.
2.3. Ideología, permanencia en el poder y políticas llevadas a cabo.
3. Caudillismo posmoderno.
4. Véase también.
5. Referencias.

1. Causas de caudillismo.

El principal foco del caudillismo lo encontramos en Latinoamérica, donde en su peor extremo derivó en casos de dictaduras y crisis económicas y políticas, pero en otros fue la base de los primeros modelos de sistemas federales y democráticos.

Hubo varios fenómenos que dieron lugar a la aparición del caudillismo en América Latina, pero hay dos que fueron los más fuertes y los que más contribuyeron a desencadenar la existencia de esta forma de gobierno:

• Por una parte, todo el continente se veía afectado por el avance de los procesos de independencia.
• Este primer fenómeno desencadenó el segundo, que es el vacío que quedó en el poder de todo el continente latinoamericano, además de la ausencia de consenso político.

Cuando algunas ciudades del continente consiguieron alcanzar la independencia (que solo disfrutarían las personas pertenecientes a las clases altas o jefes de las bandas), todo parecía un caos, ya que no había orden ni poder establecido, tan solo una serie de fuerzas centrífugas que, en vez de ayudar, dividieron más los países territorialmente.

La gente rica y los líderes de las bandas eran los que se independizaron y, de los que dependía todo en ese momento, fue justo ahí cuando surgieron las ideologías nacionalistas y era de gran interés de los adinerados de las ciudades, es decir, de los independientes.

Fue a partir de ahí, a mitad del siglo XIX, cuando se empezó a escuchar la palabra caudillismo, ya que en esa época las mujeres aún no podían votar y los votos de las personas pertenecientes a las ciudades independientes, fueron para los caudillos o canciller.

Los caudillos empezaron teniendo el poder en muy pocos países latinoamericanos, pero con el tiempo llegaron a presidir en la gran mayoría de estos países y no por poco tiempo.

2. Características principales.

2.1. Decadencia de las autoridades coloniales.

Uno de los factores necesarios y causales que hemos podido ver como elemento común en los países en los que hemos encontrado ejemplos de caudillismo es que este fenómeno se da en países donde las instituciones carecen de estabilidad, ligados a la decadencia de las autoridades coloniales, y surgiendo por tanto el caudillismo como producto de la inestabilidad y precariedad de la sociedad. Además, en cuanto a su estructura, el sustento del caudillismo era basarse en una estructura política primaria, ligada a la relación peón hacia patrón.

2.2. Carisma y legitimidad.

Otra de las principales características de los caudillos es su carisma, gracias al cual adquirían la legitimidad. Para que un caudillo alcanzase la legitimidad necesaria para alcanzar un poder político efectivo, debía ser una persona carismática y así poder despertar en las masas esa adhesión supra irracional basada en lo emocional, para lo cual utilizan como herramienta principal la palabra, es decir, discursos directamente dirigidos a las masas, sin intermediarios. Por lo que, aprovechando el contexto en el que el fenómeno se daba, una situación territorial y social débil e inestable, el pueblo depositaba en el líder su confianza y esperanza, viendo en él la solución ante el problema que las instituciones no eran capaces de solucionar. Por tanto, el caudillo, en el momento indicado y aprovechando las fracturas en el aparato estatal, se hacía creer una presencia necesaria e indispensable.

2.3. Ideología, permanencia en el poder y políticas llevadas a cabo.

En cuanto a su ideología, los caudillos se caracterizaban por una temeridad guerrera, debido a su implicación y formación en el ámbito militar, donde a su vez buscaban el apoyo para sostenerse y permanecer en el poder. Por este mismo motivo también es característica principal sus aptitudes organizativas y su capacidad de toma de decisiones drásticas, heredadas y aprendidas de su formación militar.

Respecto a la permanencia en el poder, basándonos en los casos de caudillismo podemos afirmar como se da una continuidad; el caudillo permanecía en el poder por un largo período de tiempo y su salida usualmente se producía de manera forzosa.

En cuanto a la forma en la que se ejerce el poder y las políticas llevadas a cabo, el caudillo ejerce una forma de gobierno autocrática, es decir, el poder estaba concentrado en sus manos y para reafirmarlo normalmente creaban partidos únicos, rechazando y oprimiendo a la oposición. Las principales políticas llevadas a cabo son políticas públicas, donde el primer objetivo era enriquecerse ellos mismos y a su círculo íntimo y en segundo lugar, repartiendo los recursos a la población, sobre todo a colectivos determinados. Esto desemboca en un uso de los fondos económicos irracional y que en el futuro provoca una inestabilidad económica en los países donde se estableció este fenómeno.

Además, en cuanto a las relaciones exteriores, los caudillos ejercen de forma patrimonialista, concibiendo tanto a la oposición “dentro del pueblo” como al exterior, como claros enemigos.

3. Caudillismo posmoderno.

Hasta el momento, para analizar en profundidad el concepto de caudillismo nos hemos remontado a sus orígenes, sin embargo, avanzando hasta la actualidad nos encontramos aun con ejemplos recientes de caudillismo posmoderno. Teniendo en cuenta los antecedentes del caudillismo vemos como hoy en día en algunos países se siguen dando las mismas características que entonces: un desorden político, problemas de inestabilidad, descontento popular… Ante este contexto y teniendo en cuenta la tradición política autoritaria dada en América Latina, es fácil que se dé de nuevo este fenómeno. Por ejemplo, en el caso de Venezuela, donde tras las crisis de 1992, donde el Estado una vez más no estuvo a la altura y no pudo satisfacer las necesidades y voluntad del pueblo, abrió las puertas del poder a un líder caudillista como Hugo Chávez.

A pesar de que el concepto de caudillismo, tras varias lecturas, hemos llegado a la conclusión de que se trata de un término ambiguo y elástico, no falto de debate, consideramos este ejemplo como una prolongación del caudillismo del siglo XX, debido a diversos factores en común. No solamente el contexto que le rodeo, muy similar como ya hemos dicho a ejemplos anteriores sino también por el control absoluto de los medios de comunicación, de los recursos derivados del petróleo.

Sin embargo, entre el caudillismo viejo y el posmoderno encontramos claras diferencias, como en lo relacionado con la legitimidad. El caudillismo viejo no daba tanta importancia a este concepto, a diferencia del más actual, donde muchos de ellos accedieron al poder de forma legítima y democrática, basando sus políticas en buscar el apoyo de las masas.

4. Véase también.

• Caudillo
• Dictadura
• Caciquismo
• Autocracia
• Clientelismo

5. Referencia

-Castro, P. (2007). El caudillismo en América Latina, ayer y hoy. Política y cultura, (27), 9-29.
-Lynch, J. (1993). Caudillos en Hispanoamérica. Mapfre.
-López Mir, E (2010): Caudillismo, caciquismo y clientelismo, ¿un problema conceptual?, en Contribuciones a las Ciencias Sociales, diciembre 2010, www.eumed.net/rev/cccss/10/
-“EL DESARROLLO DEL CAUDILLISMO. ORÍGENES Y SIGNIFICACIÓN DEL CAUDILLISMO.” Página web El Ergonomista. www.elergonomista.com/historia/hispa19.html

Autores:

Rebecca García Menéndez
Almudena Barrera Escobar
Virginia García Sánchez

_c
Si no se indica lo contrario, el contenido de esta página se ofrece bajo Creative Commons Attribution-ShareAlike 3.0 License