Acuerdo de Viernes Santo

El Acuerdo de Viernes Santo o Acuerdo de Belfast fue firmado el 10 de abril de 1998 poniendo fin al Conflicto de Irlanda del Norte.

Contenido
1. Breve historia del Conflicto de Irlanda del Norte
2. Actores y sus posturas en la negociación
3. Contenido del Acuerdo
3.1 Irlanda del Norte
3.2 República de Irlanda
3.3 Instituciones democráticas
3.4 Órganos de cooperación
3.5 Consejo británico-irlandés
3.6 Desarme
3.7 Seguridad
3.8 Amnistía
3.9 Derechos Humanos
4. Puesta en marcha del Acuerdo e Impacto en la Actualidad
5. Véase también
6. Referencias

1. BREVE HISTORIA DEL CONFLICTO DE IRLANDA DEL NORTE

El Conflicto en Irlanda del Norte se producía a finales de la década de 1960, y será conocido como el principal desencadenante de la confrontación que iba a vivir la provincia de Ulster los próximos treinta años. Sería un conflicto entre católicos -partidarios de la unificación de la isla de Irlanda-, y protestantes -defensores del vínculo político y cultural entre el norte de la isla y el Reino Unido. A pesar de que el foco de atención recae en este período, no es baladí retrotraerse al inicio del conflicto, fechado en la Edad Media, pues desde tiempos de Enrique VIII los británicos e irlandeses se han enfrentado por el control de la isla (Rodríguez Fernández, 2006: 3). El Rey de Inglaterra se iba a preocupar por el asunto irlandés y a llevar a cabo su conquista, llegando a proclamarse Rey y Jefe de la Iglesia de Irlanda e introduciendo con ello la Reforma Protestante en la isla.

Puede leerse la historia de la llegada de la religión protestante a Irlanda como una imposición inglesa de la mano de lo que se conoce como Las Plantaciones. Colonos partidarios del protestantismo y del rey inglés iban asentándose con fuerza en algunas partes norteñas de la isla como el Ulster -región que, paradójicamente, fue de las que más resistencia opuso a la invasión inglesa-, asegurando así el predominio inglés en partes de la isla. El culmen de esta estrategia política llegó de la mano de Cromwell, quien siguiendo el mandato de su rey inglés comenzó a transferir a la población protestante las riquezas arrebatadas a los irlandeses católicos, opositores del dominio inglés. Los protestantes comenzaron a erigirse como la clase dominante al poseer las tierras que habían pertenecido a los católicos, siendo estos últimos los que las trabajarían ahora para ellos. Años más tarde Guillermo de Orange vencería ante un levantamiento católico que abogaba por recuperar sus antiguas posesiones, llegando al Tratado de Limerick que otorgaría una presunta libertad de credo a la población católica.

Se fueron sucediendo rebeliones en la isla contra el poder británico, las cuales llevaron a la aprobación en 1800 del Act of Union con la consecutiva creación del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda. Irlanda pasaba a estar gobernada desde Westminster. El Parlamento de Dublín sería abolido y la isla iba a subordinarse los británicos. Estos hechos unidos a la Gran Hambruna (1845-1848) que devastó el país irlandés asentaba las bases para la formación de la Irish Republican Broterhood (IRB), un movimiento revolucionario contra el poder inglés. Se irían sucediendo diversos encontronazos entre, por un lado, protestantes del Ulster defensores de mantener el Act of Union y opositores a un posible autogobierno por temor a ser minoría en la isla, y por otro, protestantes como Charles Parnell junto católicos con reclamaciones de autogobierno de la isla a través del Home Rule. La Primera Guerra Mundial supuso el aplazamiento de la solución para el Ulster. Finalmente se firmaría el Pacto del Ulster para la división de Irlanda: seis de los nueve condados del Ulster (Antrim, Londonderry, Down, Armagh, Tronne y Fermanagh) quedarían fuera del Home Rule, mientras los otros tres (Monaghan, Cavan y Donegal) seguirían bajo control de la isla.

El terreno se iba preparando para lo que fue el más conocido intento por tomar el control del país por los republicanos irlandeses y lograr así la independencia del Reino Unido: el Alzamiento de Pascua. El brazo armado de la IRB, llamado los Voluntarios Irlandeses junto al Ejército Ciudadano Irlandés tomaron Dublín y proclamaron la República Irlandesa. Esta rebelión marcaría la división entre el republicanismo y el nacionalismo irlandés, siendo reprimidos seis días después pero logrando poner sobre la mesa internacional el conflicto abierto en la isla. En la misma época se constituía el Ejército Republicano Irlandés (IRA). Tras la rebelión de pascua se ratificaba en 1921 el Tratado Anglo-Irlandés y el reconocimiento del Estado libre de Irlanda, predominantemente católico, e Irlanda del Norte con deseos de permanecer como parte británica (Monroy: 2017).

Las primeras décadas del siglo XX fueron protagonistas de cómo las dos sociedades iban afianzando sus identidades a partir de la conformación de movimientos políticos. La exclusión de los católicos en los asuntos políticos condujo a una nueva etapa de conflicto conocida como The Troubles. Una nueva generación de irlandeses cuestionando el poder británico reafirmaba la autonomía de Irlanda del Norte. El gobierno británico iba a suspender la Asamblea de Stormont y a asumir el control directo de Irlanda del Norte (Foster, 2007: 117). El IRA renacía y el confrontamiento entre facciones iba a dar comienzo a una nueva era de rebelión y represión que llegaron a un límite sin retorno terminando en 1998 con la firma del Acuerdo del Viernes Santo.

2. ACTORES Y SUS POSTURAS EN LA NEGOCIACIÓN

El conflicto del Norte de Irlanda se entiende, no sólo como un conflicto político que venía fraguándose desde el inicio de la colonización de Irlanda por parte de Inglaterra, sino también como un conflicto etno-religioso y económico, que enfrentó a las dos comunidades que convivían en la isla, los protestantes y los católicos. Además, otros actores clave fueron Tony Blair, el primer ministro inglés, y Bertie Ahern, primer ministro de la República de Irlanda, pues ambos tomaron parte en los Acuerdos del Viernes Santo. Por último, destaca también el papel de George Mitchell, un exsenador estadounidense que fue el principal moderador en las negociaciones.

Por un lado, los protestantes se hallaban situados principalmente al norte de la Isla en lo que denominamos el Ulster. Su origen lo encontramos en las ya mencionadas Plantaciones, colonizaciones perpetradas por Inglaterra entre los siglos XVI y XVII, cuyo máximo impulsor fue Oliver Cromwell, siendo los colonos en su mayoría provenientes de Gales y Escocia. Debido a ello, eran unionistas, es decir, defendían la unión del Norte de Irlanda con Inglaterra. La lealtad hacia la corona y el gobierno inglés en muchas ocasiones trascendía lo político, siendo de especial relevancia los estrechos vínculos religiosos, que fomentaron un rechazo extremo hacia el catolicismo, y la búsqueda del beneficio económico, pues se consideraba que la pertenencia a Reino Unido aseguraría una mayor estabilidad económica. Dentro del unionismo, que debemos considerar como un conjunto de ideologías, destaca el lealismo, mayoritario entre las clases obreras protestantes, y mucho más radical. Este radicalismo propició el surgimiento de ciertos grupos paramilitares como: el Ulster Volunteer Force (UVF), el Ulster Freedom Fighters (UFF), el Loyalist Volunteer Force (LVF) o el Ulster Defence Asociation (UDA). En lo que respecta a los Acuerdos del Viernes Santo, resalta la figura de David Trimble, que siendo del Partido Unionista del Ulster, formó parte en representación del sector unionista.

Por otro lado, los católicos del Ulster adoptaron una posición nacionalista, cuyo germen lo encontramos en la rebelión contra los colonos de las Plantaciones y el trato de favor que estos recibían por parte de la corona inglesa. Desde el punto de vista nacionalista, Irlanda debía estar unida formando una única nación, eliminando así el dominio inglés sobre el norte. El nacionalismo, al igual que el unionismo, auna una diversidad de posturas, destacando entre las más radicales el republicanismo, tendente a la izquierda y cuya pretensión era la unificación de Irlanda, donde la libertad religiosa permitiría la convivencia pacífica de protestantes y católicos. Los mayores exponentes de esta ideología fueron el partido Sinn Fein y el ejército y posterior grupo paramilitar Irish Republican Army (IRA). Si bien es cierto que el IRA se abstuvo de participar en las negociaciones, el líder de Sinn Fein en aquel momento, Gerry Adams, colaboró en las mismas.

Como ya se ha indicado, otro actor fundamental en el conflicto de Irlanda del Norte es Inglaterra, debido a los vínculos históricos y sociopolíticos con los protestantes del Ulster. En 1998, año en que se firmó el Acuerdo del Viernes Santo, el Primer Ministro era Tony Blair, que había tenido una arrolladora victoria en las elecciones parlamentarias de 1997, gracias al proceso de des-izquierdización del partido laborista inglés. La resolución del conflicto norirlandés fue una de las prioridades del gobierno de Blair, siendo clave para la misma la recepción de una delegación de Sinn Fein en la residencia oficial del Primer Ministro, sin por ello traicionar la confianza de los unionistas.

Finalmente, hubo actores internacionales que tuvieron una participación activa y fundamental en el desarrollo del Acuerdo del Viernes Santo. Se creó la Comisión Internacional de Desarme, compuesta por Canadá, Estados Unidos y Finlandia, que llevó a cabo las labores de moderación, conducción metodológica y propuestas de salida a las negociaciones. Esta comisión fue presidida por George Mitchell que sentó las bases de las negociaciones finales en lo que se denominó el Informe o Plan Mitchell, donde destacaron “la democracia y no violencia” como valores prevalentes.

3. CONTENIDO DEL ACUERDO

Las negociaciones se inician en septiembre de 1997 concluyendo el 22 de mayo de 1998 con la realización de un referéndum a las poblaciones del norte y del sur de Irlanda. La pregunta propuesta en Irlanda del Norte se refiere a la aprobación del acuerdo en sí, mientras que en la República de Irlanda se refiere únicamente a la modificación de las enmiendas de su Constitución que vayan en contra del Acuerdo, en concreto la supresión de la reivindicación de su soberanía sobre el Ulster. En ambas regiones, el referéndum es recibido con altos porcentajes de aprobación:

3.1. Irlanda del Norte:

Do you support the Agreement reached at the multi-party talks on Northern Ireland and set out in Command Paper 3883?
¿Apoya el Acuerdo alcanzado en las conversaciones multipartidistas que se establecen en el Command Paper 3883 sobre Irlanda del Norte?
Resultados:
Sí: 676,966 (71.1%)
No: 274,879 (28.9%)
Votos nulos: 1,738
Participación: 81.1%
República de Irlanda:
British-Irish Agreement

Do you approve of the proposal to amend the Constitution contained in the undermentioned Bill?
Nineteenth Amendment of the Constitution Bill, 1998

3.2. Acuerdo Británico-irlandés

¿Aprueba la propuesta de modificación de la Constitución contenida en el proyecto de ley mencionado?
Decimonovena Enmienda de la Constitución, 1998
Resultados:
Sí: 1,442,583 (94.4%)
No: 85,748 (5.6%)
Votos nulos: 17,064
Participación: 55.6%
Fuente: ARK

El contenido del Acuerdo aprobado en el referéndum “ofrece a cada una de las tribus concesiones con las que ambas puedan vivir” (Rogelio, 2000: 245) proponiendo una forma de actuación sobre los temas más relevantes del conflicto. En primer lugar, Irlanda del Norte seguirá siendo parte de Reino Unido, guardando el ejercicio de su derecho de autodeterminación con la posibilidad de celebrar un referéndum cada siete años cuya mayoría tanto en Irlanda del Norte como en la República supondría su reunificación. En lo que respecta a los ciudadanos norirlandeses se les concede la posibilidad de elegir la nacionalidad inglesa, irlandesa o ambas. El acuerdo también concede un órgano democrático de autogobierno al Ulster, propone la creación de instituciones de cooperación entre Irlanda del Norte, la República y Reino Unido, demanda el inicio del proceso de desarme y el repliegue de las fuerzas armadas o la libertad de los presos políticos, temas que se van a exponer a continuación con más detenimiento.

3.3. Instituciones democráticas

El acuerdo propone la creación de una Asamblea autónoma con poderes legislativos y ejecutivos que contará con 108 miembros elegidos de manera proporcional en 18 circunscripciones. Además, para garantizar la protección de las minorías en la toma de decisiones principales se establece el cross-community principle, imponiendo la necesidad de una doble mayoría de la Asamblea y de los delegados tanto unionistas como nacionalistas. Además, el gobierno contará con un Primer ministro de una comunidad y un viceprimer ministro de la otra, apoyados cada uno por 10 ministros y las comisiones legislativas también contarán con un presidente y un vicepresidente de cada una de las comunidades.

3.4. Órganos de cooperación

Se creará un foro de cooperación entre Dublín y Belfast compuesto por miembros del gobierno que transmitirá los acuerdos consensuados a sus respectivos Parlamentos. Se reunirán en sesiones plenarias dos veces al años a las que acudirá el primer ministro y el viceministro del Ulster y en reuniones sectoriales para cuestiones transfronterizas en torno al turismo, el medio ambiente, el transporte, la agricultura o la pesca.

3.5. Consejo británico-irlandés

Se reunirán representantes de los pueblos de todas las islas (la República, Reino Unido, Irlanda del Norte, Escocia, Gales, la isla de Man y las islas del Canal de la Mancha) mínimo dos veces al año para promover su armonización. Además, se prevé la creación de una conferencia intergubernamental británico-irlandesa para pulir las relaciones entre ambas naciones.

3.5. Desarme

Las partes se comprometen a promover la entrega completa de armas de los grupos paramilitares en el plazo de dos años a partir del referéndum. Se contará con una comisión independiente encargada de supervisar el proceso que informará periódicamente a los gobiernos implicados.

3.6. Seguridad

Reino Unido acepta la reducción del despliegue en Irlanda del Norte de las fuerzas armadas a medida en proporción al avance del proceso de pacificación de la sociedad y de la vuelta de la seguridad ciudadana. Además, la Policía Real del Ulster será desmilitarizada y transformada en un servicio de policía civil, se desmantelarán las instalaciones militares, la legislación sobre situación de emergencia quedará derogada y se llevará a cabo una revisión del sistema jurídico penal.

3.7.Amnistía

El proceso de excarcelación será llevado a cabo por los Gobiernos de Londres y Dublín que incluirá a los presos extraditados y condenados por delitos de violencia política tanto dentro como fuera de Irlanda del Norte. Sin embargo, aquellos presos miembros de grupos u organizaciones que mediante sus acciones no hayan respetado la tregua no gozarán de los efectos del acuerdo. Las fechas de puesta en libertad variarán según el grado de gravedad del delito cometido estableciendo un plazo máximo de dos años.

3.8.Derechos humanos

Los miembros del acuerdo garantizan la protección y el respeto de los derechos civiles, de libertad religiosa y de elegir libremente el lugar de residencia. Se incorporará a la legislación de Irlanda del Norte la Convención Europea de los Derechos Humanos permitiendo a sus ciudadanos recurrir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Además, se formará una comisión independiente con la función de garantizar a los miembros de las dos comunidades las mismas oportunidades para acceder a la función pública.

Por lo tanto, la firma de este acuerdo se entiende como la materialización de las distintas posturas a las que se acogen los actores del conflicto. Analizando primero la posición republicana se entiende como un desistimiento en el empleo de todos los mecanismos de presión utilizados hasta el momento. Abandona la lucha armada como medio útil para conseguir la retirada de Reino Unido y el abstencionismo en la Asamblea norirlandesa optando por alcanzar sus objetivos mediante la vía institucional a través de la celebración del referéndum. De esta manera, las decisiones tomadas por la República se pueden leer como un gran compromiso de su posicionamiento. Sin embargo, la parte unionista percibe el avance de las negociaciones como un acercamiento a la reunificación por lo que su compromiso no fue tan notable. Esta afirmación se puede comprobar al comparar el proceso de desarme del IRA controlado por la comisión con la flexibilidad del proceso de desmilitarización lealista (Pintado, 2012).

4. PUESTA EN MARCHA E IMPACTO EN LA ACTUALIDAD

El Acuerdo del Viernes Santo o Good Friday Agreement tiene lugar, como hemos señalado, el 10 de abril de 1998, consiguiendo la supuesta paz que deseaban tras años de enfrentamientos. No obstante, en la actualidad Irlanda del Norte sigue estando segregada, ya que el pacto político aún no ha terminado de calar en la sociedad. La situación en Irlanda del Norte, vendido muchas veces como la victoria de la paz, realmente no ha conseguido solventar el problema de raíz, siendo, a día de hoy, todavía una situación compleja y lejos de estar resuelta (Cruset, 2011).

La segregación es visible incluso mediante fronteras sectarias en algunas áreas urbanas, donde el uso de símbolos de identidad nacional (murales o banderas) ayudan a reforzar estas fronteras, expresando el unionista británico en contra de los del nacionalismo irlandés. Consecuencia de esta lucha entre la comunidad nacionalista y unionista fue la reducción de banderas británicas en el Ayuntamiento de Belfast. La capital de Irlanda del Norte destaca por ser la principal ciudad en la que se desarrolló el conflicto, mismo lugar del que se reclutaron a los combatientes las principales organizaciones paramilitares. Para tratar de paliar las tensiones en la capital, desde 1969 hasta el año 2001 se fueron construyendo “muros de paz” hasta sumar los 99 muros, utilizados para separar a las dos principales comunidades (Hart, 2017: 16-22).

Estos muros se han tratado de eliminar en numerosas ocasiones, sin embargo, la opinión pública no parece estar de acuerdo. En 2012 encuestaron a aquellos ciudadanos que vivían cerca de ellos, y el 69% preferiría que no se derribaran, ya que estos muros para ellos significan: seguridad, paz y estabilidad (Byrne,2012: 9-25). En las áreas de interfaz, en ambos lados y para ambos grupos, la existencia de los muros supone tranquilidad, y el hecho de que se abrieran puertas en los muros para permitir que durante el día hubiese cierta convivencia intercomunal, no fue bien recibido. A pesar de esto, el Ejecutivo propuso en 2013 derribar la mayoría de los “muros de paz” en un plazo de 10 años, es decir, estarían derribados en 2023.
Por mucho que la “guerra cultural” haya conseguido prácticamente reemplazar o disminuir la violencia tradicional, sigue existiendo tensión y violencia. La principal facción del IRA, liderada por Gerry Adams y Martin McGuiness, finalizó su campaña en 2005 (Alonso, 2012). Estos emitieron un comunicado y ordenaron a sus seguidores a detener la campaña armada y a ayudar a desarrollar programas políticos y democráticos a través de medios pacíficos. No obstante, otros grupos mayoritariamente disidentes del IRA, no acataron esta orden y siguen manteniendo su lucha, ya que como hemos dicho, Irlanda del Norte se encuentra lejos de encontrar la paz.

Los disidentes, a día de hoy siguen luchando contra otras facciones de grupos terroristas unionistas, es decir, partidarios de mantener Irlanda del Norte dentro del Reino Unido, siendo ambos grupos responsables de distintos conflictos y asesinatos. Desde 2007 más de 400 personas han sido heridas a causa de atentados con bombas o de disparos. Entre 2005 y 2013 la totalidad de asesinatos se eleva a 24, algunos asesinados a causa de ajustes de cuentas entre facciones, un funcionario de prisiones, dos soldados británicos y dos policías. Otros soldados han sido sorprendidos, como es el caso de un soldado en el año 2012 cuando encontró una bomba bajo su coche antes de que estallara. Se han impedido otros asesinatos a través del cambio de domicilio de distintos policías de Irlanda del Norte (Alonso, 2012) En la siguiente tabla podemos observar cómo tras el Acuerdo del Viernes Santo, hubo una drástica disminución, que no desaparición, de asesinatos atribuidos a grupos paramilitares por motivos derivados de este conflicto.

Aunque claramente hay una disminución del conflicto violento desde 1998 a 2017, no sería de extrañar que los recientes acontecimientos entorno a la cuestión del Brexit, hicieran resurgir las tensiones entre estos dos grupos. En el referéndum que permitiría saber si los ciudadanos de Reino Unido querrían seguir perteneciendo a la Unión Europea, un 56% de la población de Irlanda del Norte votó a favor de la permanencia. Sin embargo, estos datos en las estadísticas totales, contando con los votos de Inglaterra, fueron insignificantes y no se vieron representados.

Podemos tomar la siguiente estadística, del Quinto Informe del Community Relations Council de 2018, donde se muestra que un 28% de los encuestados podrían apoyar que después del Brexit, Irlanda del Norte se uniese a la República de Irlanda. Otro 26.9% manifiestan que la salida del Reino Unido de la Unión Europea no les ha hecho cambiar de opinión, siguen queriendo que Irlanda del Norte se una a la República de Irlanda.

5. VÉASE TAMBIÉN_

• Alzamiento de Pascua
• Conflicto de Irlanda del Norte
• IRA
• Irlanda del Norte
• Nacionalismo irlandés
• República de Irlanda
• Unionismo irlandés

6. REFERENCIAS

- Alonso, R (2000): La paz de Belfast, Alianza Editorial, Madrid.
- Alonso, R. “Terrorismo en Irlanda del Norte: Evolución y análisis de situación.” Cuadernos De Pensamiento Político, no. 38, 2013, pp. 9–26. JSTOR.
- Byrne, J. Gormley-Heenan, C. & Robinson, G. (2012), Attitudes to Peace Walls. Disponible en: http://www.ark.ac.uk/peacewalls2012/peacewalls2012.pdf
[Consulta en: 13/05/2020]
- Crusel, Maria Eugenia (2011).El acuerdo del Viernes Santos en Irlanda del Norte y su realidad Hoy, Revista Contemporánea Ano 1, nº1, 2011, inverno.
- El País (1998): “El pacto de Stormont”, El País, 14 de abril. Disponible en: https://elpais.com/diario/1998/04/14/internacional/892504815_850215.html
[Consulta: 12/05/2020]
- Foster, R. (2007): “Identidades en conflicto en la Irlanda moderna: compulsiones de líbido política”, en Pasajes, (2): 109-125
- Hart, G. (2017). Derribar los muros: Belfast y el legado del conflicto étnico. Imaginarios comunes, sueños colectivos y acciones ciudadanas, 16.
- Hemeroteca La Vanguardia (2011): “Edición del domingo, 12 abril 1998, página 4: Un hito histórico en el largo conflicto de Irlanda del Norte”. Disponible en: http://hemeroteca.lavanguardia.com/preview/1998/04/12/pagina-4/33830514/pdf.html? [Consulta en: 06/05/2020]
- Hernángómez de Mateo, J. (2003): La resolución de conflictos en el acuerdo de Belfast y el Pacto de Estrella. Tesis Doctoral inédita, UNED.
- Mantilla, J. R. (2014): El Acuerdo de Viernes Santo o la paz como nuevo diseño institucional compartido: lecciones del proceso de paz en Irlanda del Norte”, Documentos de Políticas Públicas en Universidad Nacional de Colombia, Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de la Paz
- Monroy, M.P. (2017): “La transición de Irlanda del Norte del conflicto al postconflicto: guía para otras latitudes”, en InterNaciones, año 4, núm 10, enero-abril 2017
- Ortiz de Zarate, R. (2017): “Tony Blair” en CIDOB. Disponible en: https://www.cidob.org/biografias_lideres_politicos/europa/reino_unido/tony_blair#7 [Consulta en: 06/05/2020]
- Pintado, M (2012): Identidades y reconciliación en el conflicto de Irlanda del Norte, Trabajo de fin de máster, Universidad de País Vasco, País Vasco
- Rodríguez Fernández, A. J. (2006): “El conflicto en Irlanda del Norte: Sociedad y Cultura”, en Universidad Almería

Autoras:

Elsa Acosta Quintana
Amaia Abril Lunar Osa
Claudia Martín Arregui
Paloma Vallhonrrat Smith
Paula Villegas Martín

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